Le saludaría y hablaría con él, porque me eligió para un viaje por Castilla la Mancha.
Me gustó la idea y me despedí de mis amigos, primos...Después fuimos a por una armadura, un escudo, un caballo, una silla de montar...Y con todo ello nos dimos una vuelta por el pueblo ¡No me podía creer que estaba al lado de Don Quijote!
Fuimos a hablar con mis padres y me dejaron emprender la aventura. Llegamos a los molinos y desde allí se veía Alcázar como nunca lo había visto. Seguimos camino adelante: Ciudad Real, Albacete, Guadalajara, Toledo, Cuenca...
Cerca de Madrid vimos a una persona que estaba peleando con otra y Don Quijote le dió con la lanza; se asustó y salió corriendo. La persona que había sido defendida nos dió las gracias y nos invitó a descansar en su casa.
Ya de vuelta, pasamos por Puerto Lápice y desde allí vimos el atardecer de aquel frio invierno de....AARÓN
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