Un día Don Quijote me pidió que le acompañara en sus aventuras. Durante los viajes encontramos muchos molinos, y como los confundió con gigantes, fue a atacarlos con su lanza; pero en ese momento se levantó viento, y las aspas le dieron un golpe tan grande que cayó mareado al suelo.
Yo comencé a pensar que mi amo estaba loco y le pedí a un amigo que se disfrazara de caballero para engañar a Don Quijote.
Un día llegamos a una playa y allí estaba mi amigo; le dijo a mi amo que luchara con él y que si éste perdía dejaría las armas y volvería a El Toboso con su amada Dulcinea.
Después de una dura pelea, Don Quijote se dio por vencido y regrasamos para siempre al pueblo. MARÍA DEL MAR
el de MARÍA DEL MAR me ha gustado mucho Aarón
ResponderEliminar