Un día en el cole a la hora de Lengua llamaron a la puerta.
-Adelante-, dijo Milagros-.
Era Don Quijote de la Mancha. Todos nos sorprendimos al ver quien era y además porque su cara estaba triste. Le preguntamos qué le pasaba y qué hacía aquí, en Alcázar de San Juan.
Nos contestó que estaba triste porque le faltaba un escudero. De una bolsa sucia y vieja sacó una hoja en la que estaban todos nuestros nombres. Empezó a llamar por orden de lista, y de dos en dos, con el fin de hacernos unas pruebas, y ver quién era el más preparado para acompañarle.
Algunas pruebas eran fáciles, pero otras eran complicadas: la primera era tirar con arco -un poco difícil-, la segunda consistía en arrojar una lanza....Unas salieron bien y otras regular.
Don Quijote nos dijo que eramos buenos y nosotros nos alegramos mucho. Tenía que elegir a uno...Yo me puse nervioso porque quería ser el elegido. Cuando me nombró , me puse muy contento y quedé con él, en que me acompañaría a contarle a mis padres la gran aventura que íbamos a comenzar. ALEJANDRO VELA
me ha gustado mucho la redacción de Alejandro vela
ResponderEliminarME HA GUSTADO LA REDACCION DE MI MEJOR AMIGO ALEJANDRO VELA.
ResponderEliminarUN SALUDO.
ENRIQUE