Me iría con él a Toledo y me compraría una espada; después me iría a luchar contra los molinos.
Después nos iríamos a Italia a comer pizza; desde este país marcharíamos a Estados Unidos, y jugaríamos al beisbol, fútbol, voleibol...Y como habíamos estado fuera de nuestro país durante demasiado tiempo, regresaríamos de nuevo, y lucharíamos contra los cardos con nuestras lanzas.
Pero no todo iba a ser luchar, y para reponer fuerzas comeríamos lo típico de nuestra tierra: gachas, pisto, migas...
Y como yo era deportista, lo llevaría a ver jugar a la selección española contra Alemania; nos divertiríamos mucho animando a España. EMETERIO
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