Un día que hacía mucho sol y estábamos dando Matemáticas en clase, llamaron a la puerta de la clase. Milagros -nuestra profesora- dijo: Pase. La puerta se abrió y vimos a un hombre alto, delgado, con bigote y en la cabeza llevaba un sombrero muy raro. ¡Era Don Quijote de la Mancha! Todos nos quedamos con la boca abierta y no sabíamos que decir.
Entonces, Milagros le preguntó:
-¿Qué quiere usted, Don Quijote?
Don Quijote respondió:
- Necesito un escudero, porque el que tenía se ha ido, y vengo a elegir entre todos estos niños a quien puede servirme para acompañarme. Para ello voy a celebrar un concurso de dibujo, y el que haya realizado el dibujo que más me guste, será quien me acompañe.
A todos nos pareció una idea genial. Yo le entregué el dibujo de un escudo dorado dividido en dos partes: en una había un yelmo y en la otra un molino (como el que confundió con un gigante). La elección era de la siguiente manera: los que menos le gustaban los iba devolviendo, y al final solo quedaron cuatro. Hicimos una votación y ¿sabéis cuál salió elegido?....¡El mio!
No me lo podía creer, y cuando terminó el colegio fui a decirles a mis padres que ¡Iba a ser el escudero de Don Quijote! ENRIQUE
EL DE ENRIQUE ES UNO DE LOS MEJORES
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